El patrimonio del senador plurinominal y exlíder del PAN, Marko Cortés Mendoza, volvió a colocarse bajo la lupa tras revelarse un incremento financiero que ha despertado sospechas dentro y fuera de su partido. El crecimiento patrimonial contrasta con denuncias internas que acusan un manejo poco claro de recursos millonarios durante su paso por la dirigencia panista, un tema que continúa generando tensiones en la vida interna del blanquiazul.
La declaración patrimonial más reciente presentada ante el Senado destapó un movimiento inmobiliario que encendió alertas: la compra de un departamento pagado de contado por 565 mil euros, alrededor de 12 millones de pesos. Aunque se trata de una adquisición sustancial, la ubicación del inmueble quedó sin detallar, alimentando aún más la percepción de opacidad. Este movimiento ya había sido anticipado por Gerardo Fernández Noroña, quien señaló la operación y la vinculó con un presunto intento de desviar la atención sobre otra compra previa, una propiedad en Tepoztlán.
El asunto no es menor. Dentro del PAN, voces críticas han señalado que los recursos destinados a campañas, operaciones políticas y financiamiento interno no siempre fueron manejados con transparencia, y que su exdirigente mantiene sin aclarar el uso de sumas considerables. La nueva adquisición solo avivó dudas que ya estaban instaladas.
Mientras Cortés ocupa ahora un escaño asegurado tras la derrota de su partido, la presión crece para que rinda cuentas de manera clara. En un entorno donde la confianza pública está desgastada, la exigencia es simple pero contundente: quienes aspiran a fiscalizar deben empezar por transparentar su propia riqueza.
