La Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) inició una investigación administrativa luego del incidente ocurrido el viernes 19 de diciembre en un vuelo de la aerolínea Magnicharters con destino a Cancún, que tuvo que ser cancelado en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. El hecho se registró durante el vuelo GMT-780, cuando, en plena maniobra de despegue, el capitán detectó un “problema menor” y decidió regresar la aeronave a la rampa para su revisión técnica.
De acuerdo con la AFAC, una vez atendido el aspecto mecánico se presentó una tripulación de relevo para continuar la operación. Sin embargo, el piloto relevado tomó el altavoz del avión y se dirigió a los pasajeros, situación que activó los protocolos de seguridad. Al lugar acudieron autoridades de la AFAC y de la Unidad Naval de Protección Aeroportuaria, mientras que la Dirección de Análisis de Accidentes e Incidentes de Aviación también abrió una indagatoria.
En redes sociales circularon videos en los que el piloto, identificado como Édgar Macías González, explicó a los pasajeros que su protesta respondía a presuntos adeudos laborales por parte de la aerolínea, entre ellos más de cinco meses de salarios y viáticos. El mensaje generó molestia e incertidumbre entre los usuarios, algunos de los cuales señalaron sentirse retenidos en la aeronave.
Durante su intervención, el piloto pidió comprensión y afirmó que no permitiría el despegue hasta que se resolvieran los pagos pendientes. Minutos después, personal de seguridad ingresó al avión, retiró al piloto de la cabina y lo puso a disposición de las autoridades. El vuelo fue cancelado y los pasajeros desalojados sin que se reportaran personas lesionadas.
Magnicharters, aerolínea fundada en 1994 y con base en el AICM, ya había enfrentado dificultades financieras en años recientes. El episodio vuelve a colocar en el debate público la relación entre conflictos laborales, seguridad aérea y la responsabilidad de las autoridades para evitar que disputas internas impacten directamente a los pasajeros.
