El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reaccionó con dureza a la millonaria multa impuesta por la Comisión Europea contra Google, calificándola de ataque directo a las empresas tecnológicas estadounidenses y advirtiendo que podría responder con sanciones comerciales.
La Unión Europea determinó que el gigante de Silicon Valley abusó de su posición dominante en el mercado de la publicidad en línea, por lo que le aplicó una sanción de 2 mil 950 millones de euros, una de las más altas impuestas hasta ahora. La decisión desató la furia del mandatario, quien en su red Truth Social acusó a Europa de “robar un dinero que debería destinarse a empleos e inversión en Estados Unidos”.
Trump fue más allá: amenazó con activar la llamada Sección 301, un mecanismo legal que le permitiría imponer aranceles punitivos a productos europeos si la UE no revierte lo que él considera sanciones “injustas” contra Google y también contra Apple, recordando la disputa abierta desde 2016, cuando Bruselas ordenó a la compañía de la manzana pagar más de 13 mil millones de euros en impuestos atrasados a Irlanda.
El reclamo del mandatario llegó apenas un día después de recibir en la Casa Blanca a ejecutivos de las grandes tecnológicas, entre ellos el director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, y el cofundador Sergey Brin, con quienes compartió una cena de gala. Desde ahí, Trump aprovechó para felicitar a la empresa por una reciente victoria judicial que le permitió mantener su navegador Chrome.
La advertencia presidencial abre un nuevo frente en la ya tensa relación comercial entre Washington y Bruselas.
