20.5 C
Mexico City

Christopher Landau, el diplomático que presume ser “El Quitavisas”

Published:

Las redes sociales suelen ser un espacio de debate encendido, pero pocas veces un funcionario de alto nivel decide entrar al juego con tanta soltura como lo hizo Christopher Landau, subsecretario de Estado de Estados Unidos. En los últimos días, el diplomático se presentó en Twitter con una placa en la que se autodenominó como “El Quitavisas”, una declaración que no pasó inadvertida y que avivó la polémica.

Todo comenzó tras un comentario de la periodista Sabina Berman sobre una fotografía en la que aparecía el senador Marco Rubio junto al actor Eduardo Verástegui, figura que ha buscado incursionar en la política mexicana con un discurso ligado a la ultraderecha. “Qué bonita pareja. En California hay matrimonios gay”, ironizó Berman al compartir la imagen. La respuesta no tardó: el tuitero Vampipe calificó el comentario como transfóbico y acusó a Berman de difamar a Rubio. En su publicación, incluso sugirió que Landau le quitara la visa, recordando que un día antes la periodista había pedido cárcel para quienes mintieran.

Fue ahí cuando Landau apareció en escena. Con un gesto que parecía más burla que advertencia, compartió la famosa placa de “El Quitavisas” y hasta respondió a usuarios que lo cuestionaban. Uno de ellos le preguntó, en tono sarcástico, si por criticar a un entrenador de béisbol también le quitarían la visa. Landau replicó que “todos” debían temerle a ese título que ahora adoptaba como propio.

No era la primera vez que lo hacía. Meses atrás, el funcionario ordenó cancelar la visa de Melissa Cornejo, consejera de Morena en Jalisco, a quien tachó de vulgar por sus mensajes en redes sociales contra el ICE y las autoridades migratorias estadounidenses. “Quienes glorifican la violencia y desafían al orden público no son bienvenidos en nuestro país”, justificó en aquel momento.

El episodio revela una faceta poco convencional de la diplomacia: la del funcionario que mezcla humor con poder real. Sin embargo, también abre un debate más serio. ¿Hasta qué punto un servidor público debe jugar con el temor que provoca tener en sus manos un documento tan codiciado como la visa estadounidense? Entre bromas y descalificaciones, Landau proyecta una imagen que oscila entre la irreverencia y la soberbia, y que deja abierta la pregunta sobre si el poder debería ejercerse con ligereza en tiempos donde cada palabra en redes sociales se convierte en noticia.

Artículos relacionados

Artículos recientes