El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, adelantó que el próximo año será clave para el futuro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Desde Nueva York, durante su participación en el BIVA Day NYC 2025, el funcionario reconoció que la revisión de 2026 traerá negociaciones difíciles con la administración de Donald Trump, aunque confió en que el panorama de inversiones en México mostrará mayor estabilidad.
“En 2026 tendremos conversaciones sobre las nuevas reglas propuestas por Estados Unidos. Hay preocupaciones de ambos lados, pero el objetivo central será reforzar la capacidad y la seguridad de América del Norte. Esa será la fuerza estratégica que guiará las discusiones”, señaló.
El T-MEC, vigente desde el 1 de julio de 2020, tiene una duración inicial de 16 años. Cada seis años se revisa su continuidad. Si alguno de los socios decide no extenderlo, se abre una revisión anual hasta 2036, cuando el tratado caducaría automáticamente. En caso de consenso, puede renovarse por otro periodo de 16 años.
Ebrard subrayó que la competitividad regional será el motor de las pláticas. “Cada mes tendremos una imagen más clara. Conforme avance 2026, se verá con mayor nitidez. El contenido geopolítico de la negociación será inevitable: América del Norte frente a otras regiones del mundo”, expresó.
Las palabras del secretario plantean un escenario de tensiones, pero también de certezas para inversionistas. México podría enfrentar presiones en materia de reglas de origen, energía o medio ambiente, sin embargo, la visión compartida de consolidar a la región como bloque competitivo podría convertirse en la llave que mantenga vivo el acuerdo. La pregunta es si la política logrará mantenerse al margen de los intereses económicos.