En un hecho poco común, una familia de flamencos rosados fue avistada en el Parque Ecológico Lago de Texcoco, zona donde durante el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto se proyectó la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM).
Durante un recorrido por el parque se constató la presencia de dos flamencos adultos y una cría, que desde hace varios días conviven con miles de aves migratorias y residentes, entre ellas garzas y patos, que han encontrado en los humedales del lugar un espacio de refugio y alimentación.
Los flamencos rosados (Phoenicopterus ruber) tienen como hábitat natural en México el norte de la Península de Yucatán. Sin embargo, su característico plumaje —que va del rosa vibrante al rojo intenso— ha sido observado contrastando con el agua lacustre del lago Nabor Carrillo, ubicado dentro del antiguo Lago de Texcoco, donde permanecen la mayor parte del tiempo alimentándose.
Trabajadores del Parque Ecológico señalaron que la llegada de esta familia ocurrió hace unos días. En un inicio, algunos pensaron que se trataba de una confusión con otras aves, como garzas, pero tras observarlos detenidamente confirmaron que se trataba de flamencos.
“Nos avisaron que había una familia de tres flamencos. Son como la mamá, el papá y el hijito, un flamenquito”, relató uno de los empleados del lugar.
Al respecto, Magda Argueta, bióloga egresada de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y doctora por la Universidad de California Riverside, explicó que la presencia de flamencos en esta zona es poco frecuente, aunque no anómala. Detalló que estas aves, tanto en etapas juveniles como adultas, pueden dispersarse ocasionalmente y explorar humedales fuera de su rango habitual cuando las condiciones ambientales son favorables.
“La presencia de flamencos en el lago de Texcoco responde a que este cuerpo de agua, históricamente salobre, presenta este año una mayor extensión de zonas someras, lo que lo vuelve funcional como sitio temporal”, explicó la especialista. Añadió que en estas áreas las aves pueden caminar, filtrar el agua y alimentarse de microalgas y pequeños crustáceos, responsables de su coloración rosada.
Argueta recordó que este tipo de desplazamientos ya ha sido documentado en otros estados fuera de Yucatán, como Tamaulipas, donde se han registrado avistamientos similares en años recientes.
