La comedia mexicana perdió a una de sus figuras más queridas: Eduardo Manzano, “El Polivoz”. Su hijo, Lalo Manzano, confirmó la noticia con un mensaje cargado de afecto, donde describió a su padre como un hombre extraordinario y un artista que dejó luz en cada escenario. Recordó que detrás de cada chiste había un trabajador incansable, y detrás de cada aplauso, un ser humano que amaba profundamente hacer reír incluso en los momentos más duros.
Diversas asociaciones del gremio, como la ANDI y la ANDA, lamentaron su partida, reconociéndolo como una primerísima figura de la comedia en México. Su legado quedó marcado desde sus inicios en la radio y el teatro, hasta el histórico encuentro con Enrique Cuenca que dio vida al dúo “Los Polivoces”. Con personajes como Agallón Mafafas, Don Teofilito o Gordolfo Gelatino, transformaron la forma de hacer humor y se convirtieron en referencia obligada para generaciones completas.
Manzano continuó trabajando durante décadas en televisión, cine, doblaje y teatro, demostrando una versatilidad que lo mantuvo vigente mucho más allá de su época de mayor fama. Sus hijos destacaron que su mayor obra no fueron los personajes, sino las vidas que tocó con su manera de entender la comedia.
Hoy su legado queda repartido entre los escenarios que llenó y las personas que aprendieron a reír gracias a él. La comedia mexicana pierde una figura irrepetible, pero gana un recordatorio poderoso: el humor también es una forma de trascender.
