El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este miércoles que está dispuesto a dejar expirar el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) y negociar un nuevo acuerdo con sus dos socios comerciales. Durante una conferencia de prensa en el Despacho Oval, el mandatario señaló que el tratado “vence en aproximadamente un año” y que su gobierno podría optar por permitir su expiración si no se alcanzan nuevos términos favorables para Washington.
Trump acusó a México y Canadá de “aprovecharse” de la relación comercial, crítica que atribuyó a lo que calificó como una falta de liderazgo en administraciones anteriores. El republicano recordó que el T-MEC fue una de sus principales negociaciones durante su primer mandato, reemplazando al TLCAN, al que consideraba perjudicial para Estados Unidos.
De acuerdo con el propio tratado, los tres países deben someterlo a revisión en 2026 y decidir si lo extienden por 16 años más, hasta 2042, o si entran en un esquema de revisiones anuales hasta 2036, cuando podría concluir definitivamente.
En su mensaje, Trump defendió las políticas arancelarias que ha impuesto a México y Canadá, especialmente en el sector automotriz. Aseguró que los aranceles han incentivado el regreso de fábricas a territorio estadounidense y frenado inversiones en otros países. “No estarían aquí hoy si no tuviéramos aranceles”, afirmó, al señalar que varias empresas habrían reconsiderado instalar sus plantas fuera de Estados Unidos.
El T-MEC incluye disposiciones sobre comercio digital, propiedad intelectual, regulaciones ambientales y laborales, además de normas estrictas para la producción automotriz regional. Su modernización ha sido considerada clave para fortalecer la competitividad norteamericana y mantener cadenas de suministro integradas.
Expertos advierten que una eventual expiración o renegociación total del acuerdo podría generar incertidumbre comercial en la región, afectar el flujo de bienes agrícolas e industriales y modificar la estructura de inversiones entre los tres países. Para analistas, cualquier cambio drástico en el T-MEC tendría implicaciones profundas en la estabilidad económica de América del Norte.
