Residentes de la zona de Buenavista, en la alcaldía Cuauhtémoc, expresaron su molestia por la presencia constante de trabajadoras sexuales en las inmediaciones, señalando que la problemática lleva años sin recibir atención efectiva por parte de la autoridad local. A través del grupo de Facebook Vecinos Unidos de la Cuauhtémoc, habitantes describieron un ambiente deteriorado que, aseguran, afecta la vida cotidiana.
Entre los reclamos más recurrentes sobresale la falta de respuesta de la administración encabezada por Alessandra Rojo de la Vega, a quien acusan de ignorar las denuncias pese al impacto que la situación tiene en las familias. Los vecinos señalaron que el “desfile de mujeres con poca ropa” frente a menores genera incomodidad y modifica la convivencia en el espacio público.
Al mismo tiempo, algunos habitantes vincularon la actividad en la zona con la supuesta venta de estupefacientes, lo que incrementa la percepción de inseguridad y una sensación permanente de tensión, según testimonios.
Sin embargo, el escenario es más complejo. Diversas colectivas y organizaciones han documentado que las trabajadoras sexuales enfrentan agresiones constantes. De acuerdo con el COPRED, el 64.1% ha sido víctima de violencia o discriminación mientras ejerce en la calle. Voceras de la Brigada Callejera relatan que estas agresiones provienen, en muchos casos, de cuerpos policiales o grupos que operan con impunidad.
Testimonios como el de Yahaira, trabajadora sexual, evidencian este contexto: relató haber presenciado golpizas y amenazas que les impiden denunciar por miedo a represalias.
Mientras los vecinos exigen acciones para reordenar el espacio público, las trabajadoras demandan condiciones mínimas de seguridad y respeto. Entre ambas realidades, persiste un conflicto urbano que expone omisiones institucionales y la urgencia de estrategias integrales que atiendan tanto la convivencia comunitaria como los derechos de quienes ejercen el trabajo sexual.
