El Congreso capitalino aprobó declarar el 25 de enero como el Día de la bombera y el bombero en la Ciudad de México, una fecha que busca reconocer a quienes han asumido, con disciplina y coraje, la tarea de proteger la vida en cada emergencia. La iniciativa avanzó como un gesto de gratitud hacia una de las instituciones con mayor arraigo entre la ciudadanía, destacada por su servicio silencioso y cotidiano.
Durante la discusión, el diputado Víctor Hugo Lobo Rodríguez, presidente de la Comisión de Normatividad, subrayó que este homenaje no solo celebra la labor actual, sino que también recupera las raíces históricas del cuerpo de bomberos. Recordó que su origen se remonta al decreto emitido por Ignacio Comonfort, que en el siglo XIX dio vida al grupo de Zapadores Bomberos, el primer equipo organizado para responder a emergencias en la capital.
El dictamen también resaltó el creciente papel de las mujeres dentro de esta institución: más de 350 bomberas forman hoy parte de las operaciones que resguardan a la población. Su presencia, señaló Lobo Rodríguez, evidencia la evolución y el fortalecimiento del servicio público.
Además, la declaratoria rinde tributo a quienes perdieron la vida en actos de servicio, como en los incendios de la ferretería La Sirena y el de la Cineteca Nacional, tragedias que marcaron la memoria de la ciudad y recordaron la magnitud de los riesgos que enfrenta este cuerpo de emergencia.
Con esta aprobación, el Congreso busca reafirmar que el trabajo de las bomberas y bomberos no es un simple oficio, sino un compromiso que sostiene la seguridad colectiva. Un reconocimiento que, al volverse institucional, invita a reflexionar sobre el valor que implica poner la vida propia al servicio de los demás.
