En la Ciudad de México el robo de motocicletas continúa siendo uno de los delitos más persistentes del año. Cifras de la Fiscalía General de Justicia capitalina revelan que, entre enero y septiembre, se iniciaron dos mil 378 carpetas de investigación por este delito, lo que equivale a un promedio de 8.8 motos robadas cada día. La dimensión del problema no solo se refleja en los números oficiales, sino en las estimaciones de aseguradoras que apuntan a una tendencia clara: Iztapalapa es la zona más golpeada.
De acuerdo con la agencia AhorraSeguros, que trabaja con 27 compañías del sector, la alcaldía gobernada por Aleida Alavez registra la mayor incidencia, seguida de Iztacalco y Gustavo A. Madero. Aunque la Fiscalía no detalla cuántas denuncias corresponden a cada demarcación, el comportamiento del delito confirma que el robo de motocicletas se mantiene prácticamente intacto respecto al año anterior. En el mismo periodo de 2024 se abrieron dos mil 380 carpetas, apenas dos más que este año, lo que evidencia que las estrategias actuales no han logrado frenar el fenómeno.
La persistencia de estos hurtos tiene una explicación económica: las piezas de las motocicletas se venden con facilidad en el mercado ilegal. AhorraSeguros advierte que no solo las unidades de marca Italika son objetivo de los ladrones; modelos de Honda, Bajaj y Yamaha también figuran entre los más codiciados por su alta demanda y rápida rotación en el comercio clandestino.
Mientras la Jefatura de Gobierno destaca avances en la reducción de otros delitos, el robo de motos se mantiene como un punto crítico en la agenda de seguridad de la capital. La falta de variación en las cifras abre un debate inevitable: si el delito no baja, es momento de revisar a fondo las estrategias que buscan contenerlo.
