La presidenta Claudia Sheinbaum arremetió contra el PAN luego de que integrantes del partido acudieran a Washington para denunciar presuntos actos de represión durante la primera marcha de la Generación Z en la Ciudad de México. Desde su conferencia matutina, cuestionó que legisladores opositores llevaran sus acusaciones al extranjero en lugar de presentarlas ante instituciones nacionales, calificando la acción como un intento por desacreditar al gobierno y poner en duda la soberanía del país.
Aunque no mencionó nombres, el señalamiento iba dirigido a Jorge Triana, vocero panista, quien anunció denuncias ante la FGR y también ante autoridades en Estados Unidos para exigir una investigación sobre el supuesto vínculo entre el llamado bloque negro y el gobierno federal. Para la mandataria, este tipo de decisiones reflejan la pérdida de respaldo popular del partido y una estrategia para generar ruido mediático fuera del país.
Triana, por su parte, sostuvo en redes sociales que el bloque negro actúa coordinado con el gobierno y que aparece únicamente cuando se busca desactivar protestas que incomodan al oficialismo. La dirigencia nacional se sumó al discurso y acusó abuso de poder contra los jóvenes que participaron en la movilización.
Sheinbaum replicó que en México existen medios y canales suficientes para atender cualquier denuncia y cuestionó la intención política detrás de acudir a Washington. Aseguró que defender la soberanía implica evitar que actores externos pretendan incidir en asuntos internos o dictar cómo deben conducirse las instituciones nacionales.
La discusión ocurre mientras sigue la polémica por la marcha, marcada por el saldo de alrededor de cien policías heridos cuando un grupo intentó derribar las vallas metálicas colocadas en Palacio Nacional. Un episodio que, lejos de cerrarse, aviva la disputa entre gobierno y oposición sobre la narrativa y el uso político de las protestas juveniles.
