Un acontecimiento celeste se prepara para sorprender a millones: un eclipse solar total cuya oscuridad alcanzará más de seis minutos, un registro que ningún otro evento de este siglo ha logrado sobre tierra firme. La NASA confirmó que gran parte de Europa, África y el sur de Asia solo observarán una versión parcial, mientras que la experiencia completa quedará reservada para una franja estrecha que cruzará diez naciones del hemisferio oriental.
Ese corredor luminoso —o más bien sombrío— recorrerá España, Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Egipto, Sudán, Arabia Saudita, Yemen y Somalia. Aunque su desplazamiento abarcará miles de kilómetros y un área de millones de metros cuadrados, representa apenas un punto minúsculo comparado con la superficie planetaria. Aun así, será el único espacio donde la Luna cubrirá totalmente al Sol.
La extraordinaria duración está relacionada con la cercanía de la Luna a la Tierra durante el fenómeno, una posición conocida por permitir eclipses más prolongados. Para dimensionar el contraste, basta recordar que el eclipse visto en América del Norte en 2024 apenas superó los cuatro minutos.
Como ocurre con cada evento astronómico, la desinformación no tardó en aparecer. Circularon mensajes que alertaban sobre una supuesta “oscuridad global” y aseguraban que el fenómeno no volvería a repetirse. Las plataformas especializadas han desmentido ambas ideas: la sombra solo afectará la franja de totalidad y el entorno lucirá como un atardecer circular, no como una noche absoluta.
La expectativa científica y turística crece, con ciudades como Tarifa, Luxor y diversas costas africanas preparándose para recibir visitantes. Este eclipse recuerda que incluso en un mundo saturado de información, seguimos fascinados por la precisión con la que el universo acomoda sus piezas para regalarnos un instante de asombro compartido.
