El paro nacional convocado por productores y transportistas abrió una nueva tensión entre los manifestantes y el gobierno federal. La Secretaría de Gobernación aseguró que detrás de las movilizaciones hay intereses partidistas ligados al PRI, PAN y PRD, y cuestionó la legitimidad de los bloqueos realizados este 24 de noviembre.
Durante la conferencia de prensa, la titular de la Segob, Rosa Icela Rodríguez, subrayó que las afectaciones a la ciudadanía preocupan más que las protestas mismas. Insistió en que no existe razón para paralizar carreteras cuando, afirmó, el diálogo con todos los sectores ha permanecido abierto. Incluso señaló que dos organizaciones –el Movimiento Agrícola Campesino y la Asociación Nacional Transportista– han aceptado reunirse con el gobierno para después retractarse, como ocurrió con un encuentro programado para la mañana del lunes que nunca fue confirmado.
El titular de Agricultura, Julio Berdegué, puntualizó que, pese al llamado nacional, los bloqueos solo se concentraron en Chihuahua, San Luis Potosí, Zacatecas y el Estado de México. Aseguró además que la cosecha de maíz primavera-verano avanza sin contratiempos y estimó que la participación real no supera los mil productores.
Las autoridades reiteraron que continúan abiertas las mesas de trabajo con transportistas, en coordinación con la Guardia Nacional y la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, para atender reclamos sobre seguridad e integridad en carreteras. En el caso del sector agrícola, recordaron que la nueva Ley de Aguas sigue en debate legislativo y aún no define un rumbo final.
César Yáñez, subsecretario de Gobernación, añadió que actores políticos como el diputado priista Gerardo Sánchez Sánchez están involucrados en la organización del paro. Mientras el gobierno insiste en que el diálogo es suficiente, las protestas vuelven a exponer la distancia entre las mesas oficiales y el malestar que crece en los márgenes del campo y el transporte.
