Santiago de Chile. — Las ilusiones se desvanecieron pronto. La Selección Mexicana Sub 20 quedó eliminada del Mundial tras caer 2-0 ante Argentina en los Cuartos de Final, en un duelo donde el equipo nacional mostró su versión más fría y desconectada del torneo.
El inicio marcó el rumbo del encuentro. Maher Carrizo abrió el marcador apenas al minuto 9, aprovechando un descuido defensivo del Tricolor. Ya en la segunda mitad, Mateo Silvetti sentenció al 56’, en una jugada que reflejó el control y la contundencia de la Albiceleste.
México apenas generó peligro. Solo dos remates al arco en todo el partido evidenciaron la falta de reacción ofensiva. La oportunidad más clara fue un error en la salida argentina que Tahiel Jiménez, delantero de Santos Laguna, no logró concretar.
Gilberto Mora y Obed Vargas intentaron romper el orden rival, pero se toparon con una defensa firme y un arbitraje que dejó crecer el juego físico argentino. Las constantes faltas desesperaron al cuadro mexicano, que terminó perdiendo el control del encuentro.
El técnico Eduardo Arce movió sus piezas en el complemento, aunque sin éxito. El equipo combativo que había mostrado carácter en fases anteriores no apareció en Santiago, y con ello se esfumó el sueño mundialista.
La frustración se transformó en descontrol en los minutos finales: Diego Ochoa (92’) y Tahiel Jiménez (97’) fueron expulsados tras agresiones revisadas en el VAR. La tensión también alcanzó a los banquillos, pero el incidente no pasó a mayores.
Con esta derrota, México sumó su tercer descalabro ante Argentina en un Mundial Sub 20, confirmando que la historia —otra vez— se repite. Más allá del marcador, el resultado deja una lección: los proyectos juveniles necesitan más que esperanza para sostener la ilusión de un futuro prometedor.
