En los últimos años, los productos tecnológicos avanzados son más fáciles de conseguir. Ejemplo de ello son los televisores con tecnología de diodo orgánico de emisión de luz (OLED por sus siglas en inglés).
Esta tecnología hace apenas unos años era un tanto inalcanzable para los bolsillos, pero hoy en día se ha popularizado de tal manera que están disponibles desde 48 pulgadas a precios que compiten con televisores LED de características menos impresionantes.
Los televisores tradicionales LED utilizan retroiluminación combinada con muchas otras capas de visualización, que afectan tanto al grosor de la pantalla, como a la calidad de la imagen. Esto sumado a que las luces de fondo también crean el efecto halo y evitan que los televisores muestren un negro perfecto. No importa cuántas luces de fondo se utilicen o cuán pequeñas sean, el LED aún no puede competir con la tecnología OLED.
La tecnología de píxeles de auto iluminación permite que los televisores LG OLED sean ultradelgados con una calidad de imagen perfecta. Los píxeles de auto iluminación pueden mostrar la estrella más pequeña en el cielo más oscuro con absoluta precisión y claridad.
Los televisores LG OLED no solo logran un negro perfecto, también muestran colores realistas, tal cual fue creado el contenido desde su origen. Intertek, una agencia de pruebas global con sede en el Reino Unido, ha certificado que las pantallas OLED de LG tienen una fidelidad de color del 100 por ciento. Esto significa que los colores en pantalla se asemejan mucho a los de la imagen original. Los televisores LED simplemente no pueden igualar este estándar de reproducción de color.
Los televisores OLED nos ofrecen una calidad de imagen extremadamente alta, un panel que permite televisores sumamente delgados y de poco peso. Gracias a la tecnología OLED de LG, las imágenes nos parecen aún más reales y cercanas.
