¿Quién representa a los jóvenes en el Poder Legislativo?
Si queremos que los jóvenes tengan verdadera participación en la transformación del país, necesitamos representantes jóvenes en la Cámara de diputados y en el Senado.
De acuerdo a la encuesta del Inegi, la población en México sigue siendo predominantemente joven, 40% de la Lista Nominal tienen entre 18 y 34 años.
Es importante la inclusión de propuestas que velen por las necesidades e intereses de los jóvenes, que les permitan abrirse un paso más certero en el ámbito profesional y educativo, en el deporte y la ciencia, les dé seguridad en las calles y apoyos en la innovación y en el emprendimiento.
El prejuicio contra los jóvenes, que los percibía como desinteresados en la política, ha cambiado. En consecuencia, los políticos encontraron en esta facción un grupo importante para ser incluidos en el discurso mediático, y más tarde, como personas protagonistas en la política.
Sin embargo, los jóvenes tienen una escasa presencia en el Poder Legislativo y la mayoría de los partidos políticos carecen de mecanismos para fomentar su representación política que favorezca el ejercicio de sus derechos.
Hay mucho por hacer para que empiecen a ser vistos sin prejuicios y se busque a los más capaces y preparados, independientemente de su edad; se tiene que crear, desde las Cámaras, mejores condiciones para que todos los grupos generacionales estén representados, y dejar de excluir a este sector importante en la política.
Cada vez vemos a más jóvenes movilizados, alejados del estereotipo de militante aguerrido sin proyectos ni metas y que no se preocupa por la realidad social. No es una generación espontánea, se debe a que han sido más tomados en cuenta en las tomas de decisiones políticas.
Los jóvenes necesitan ser contratados desde recién egresados, necesitan apoyo para emprender, necesitan acciones encaminadas a la creación de empleos con mejores salarios, pero sobre todo quieren formar parte de las soluciones puntuales. La única forma es asegurándoles espacios para opinar y contribuir con el desarrollo del país, como senadores, diputados y en otros puestos donde puedan aportar nuevas ideas y de innovación.
En un mundo donde la meta común es la transformación exitosa de México, la participación de la juventud es vital y se debe potenciar con nuestro voto por los diputados y senadores jóvenes y capaces.
