Donald Trump le ha echado la culpa a ANTIFA, pero muy pocos saben quiénes son y qué representan. Aquí te damos un breviario.
El presidente de Estados Unidos ha acusado a los activistas de “Antifa” de desatar la ola de violencia ocurrida durante las manifestaciones contra el racismo, especialmente después de la muerte de George Floyd por parte de cuatro policías de Minneapolis.
“La violencia y el vandalismo está siendo liderada por Antifa”, afirmó en un video publicado en su red social.
Días después, Trump también opinó sobre el videos que circuló del momento en que un hombre de 75 años es empujado al suelo por oficiales y le ocasionan una contusión, lo que parecía una forma de alejar o justificar las acciones policiales.
“El manifestante de Buffalo puede ser un provocador de ANTIFA. Martin Gugino de 75 años fue empujado a un lado después de parecer escanear las comunicaciones de la policía para apagarlas. @OANN lo vi, él se cayó más fuerte de lo que fue empujado…”, afirmó en twitter, pero no presentó ninguna evidencia.
Antifa no es una organización como se piensa a partir de que el presidente de Estados Unidos los mencionara como un grupo terrorista; es el nombre corto dado a militantes de varios grupos de extrema izquierda, de ahí antifascistas, en contra de la corriente neonazista o de ultraderecha.
Son denominados así e incluyen varios seguidores con la misma ideología que están organizados en células independientes. Estos grupos van en contra de cualquier acción considerada homofóbica y a veces trabajan en otros grupos de protesta, como La Vida de los Negros Importa (Black Lives Matter), o en grupos que promueve derechos pro igualdad de las mujeres o de la comunidad LGBTQ.
Los grupos antifa justifican el uso de la violencia en manifestaciones diciendo que es un acto de “defensa propia”, porque inevitablemente los grupos fascistas generan violencia contra comunidades marginadas.
Estos mismos grupos que justifican la violencia, también participan en otras organizaciones y manifestaciones pacíficas.
Por otro lado, el Washington Post publicó un artículo donde afirma que es posible que algunos individuos en la protesta puedan ser simpatizantes o incluso afiliados a alguna de sus células; sin embargo, el FBI no tiene indicios de la presencia del movimiento antifascista (antifa), y el Departamento de Justicia “no encontró conexiones en casos relevantes”.
Un nuevo boletín de varias agencias apunta más a la versión de “delincuentes solitarios con ideologías extremistas con motivaciones raciales o étnicas, e incluso, continua el periódico, algunos grupos nacionalistas blancos disfrazados de antifascistas prometen con entrar en residencias. Por esta razón, algunas comunidades reciben a los manifestantes con pistolas o bates, esperando que actúen de forma violenta, pero encuentran manifestantes pacíficos.
“El verdadero provocador es el presidente”, afirma la editorial, “al inventar la violencia, incluso terrorista, sin una pizca de prueba, es una excusa para la escalada militar, y para la impunidad cuando el estado se involucra en la misma brutalidad a la que responden estas protestas”.
