Original, innovador y sustentable, son las palabras que describen el proceso desarrollado por el mexicano.
Jorge Antonio Lechuga Andrade desarrolló un sistema de destilinización del agua de mar para que pueda ser consumida.
Fue durante su doctorado que desarrolló innovaciones en este proceso, haciéndolo así acreedor del Premio Nacional del Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos 2015.
“En el doctorado me enfoqué básicamente en el proceso de desalinización y de mejora del agua, a partir de lo que se hicieron tres innovaciоnes importantes. La primera tenía como fin abaratar los consumos de energía, que es lo más preocupante en el proceso de salinización; la segunda era disminuir costos de producción; y la tercera era generar la autolimpieza de las membranas, que son la base primordial de la salinización.”
Después de años utilizando un pequeño laboratorio, montando por él mismo, finalmente solicitó una patente y su proceso ha sido reconocido por oficiales de México y Estados Unidos.
El sistema de potabilización de agua de mar implica una menor inversión en costos de producción y 80% menos de energía eléctrica. También contribuye a la reducción de impactos ambientales, ya que el agua de rechazo es devuelta al mar después del filtrado.
Con este proceso de desanilización del agua por osmosis inversa centrífuga podríamos estar hablando de una potencial solución al desabasto de agua mundial.
