El lunes por la mañana la candidata independiente a la Presidencia de la República, Margarita Zavala, presentó a su Consejo Político integrado por panistas y exfuncionarios del gobierno de Calderón, su esposo, Zavala elogió a los integrantes del equipo que le ayudaron en la etapa de solicitud y acopio de firmas ciudadanas, pero ese mismo día por la tarde los despidió.
En una reunión realizada ese día en su casa de campaña, Zavala le comunicó a un grupo de colaboradores, aproximadamente a un centenar, que recibían salario, que ya no tenía recursos y les propuso seguirla apoyando solo de manera voluntaria, lo que provocó molestias, decepción y lágrimas.
Varios colaboradores analizan presentar demandas laborales contra ella y su equipo de campaña, y otros (muy pocos) decidieron seguirla apoyando de manera voluntaria.
Muchos colaboradores ya estaban inconformes por los altos honorarios que cobran consultores como el español Aleix Sanmartin, ligado al senador Ernesto Cordero, y María Fernanda Vergara Audiffred, allegada a Alejandra Sota, exvocera de Felipe Calderón y consejera de José Antonio Meade.
Jorge Camacho, jefe de la oficina de Zavala, confirmó la decisión tomada por la aspirante presidencial y argumentó que se trata de una decisión que se tomó una vez que concluyó la etapa de acopio de firmas ciudadanas para obtener la candidatura, además de deberse a problemas económicos.
Además, comentó “en esta campaña no podemos darnos el lujo de gastar lo que no tenemos, por esa razón nos vamos a mantener con voluntarios y con gente que quiera darnos un poco de su tiempo”.
