Al término del 2017 la deuda publica de México alcanzó 10.88 billones de pesos, un incremento del 4.1% con respecto al 2016. De acuerdo a la SHCP es el monto más alto del que se tiene registro.
El director de Gestión Social (Gesoc), señala que los incrementos en la deuda no es por sí mismo malo, siempre y cuando se haga para destinarlo a gasto de capital para generar bienes productivos, incentivar el crecimiento económico, y así recuperar el gasto por deuda en el futuro.
De hecho la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, establece que los recursos provenientes por financiamiento deben enfocarse en gasto de capital, el cual se traduce en el desarrollo de infraestructura o compra de activos para mejorar los servicios públicos.
Sin embargo, al cierre de 2017, el gasto de capital registró una caída de 36.7%, dato que también es histórico, refiere la SHCP.
Aunado a ello se suma el oneroso pago de intereses sobre la deuda, el presupuesto del sector público, pensiones y participaciones para los estados y, para completar, la deuda se ha incrementado por al alza de la tasa de referencia del Banco de México y del tipo de cambio.
Frente a estas presiones y una reducción de los ingresos públicos en 2017, el director de Gesoc considera que quien quede a cargo de la nueva administración federal tendrá que implementar una reforma fiscal, además de una reestructuración al gasto público, para hacer frente a la disminución de ingresos, que se prevé no repuntarán en 2018. Con información de CNNExpansión.
