Como parte de la evolución en la medicina regenerativa y en los diagnósticos médicos, un grupo de científicos crearon un cíborg inspirado en el animal acuático, la manta. Este contiene células de músculo cardiaco, una forma tecnológica de recrear sus bondades.
Este avance podría ser utilizado para terapias médicas, como la aplicación de parches con tejido celular personalizados para fortalecer el tejido muscular cardiaco en pacientes que han sufrido ataques al corazón.
La primera capa del cíborg es un sustrato de hidrogel, seguida por una capa de una gelatina especial con nanotubos de carbono incorporados, que actúa como un sustrato para el cultivo celular de los estudios en los que se vaya aplicar su uso.
Mide 10 milímetros de largo y se compone por cuatro capas, el tejido compuesto por células cardiacas vivas, dos diferentes tipos de bio materiales especializados, y electrodos flexibles, con las estructuras imita la naturaleza y es capaz incluso de aletear.
