La Jefatura de Gobierno entregó 120 viviendas a diversas comunidades indígenas que habitan desde hace años en la Ciudad de México. La ceremonia, encabezada por Clara Brugada Molina, subrayó que este acto no sólo representa la entrega de un hogar, sino la reivindicación de derechos fundamentales y la apuesta por una ciudad más justa e incluyente.
Las nuevas viviendas se encuentran en predios del Centro Histórico y en la colonia Guerrero, una ubicación que rompe con la lógica del desplazamiento hacia la periferia. Mantener a estas comunidades en zonas centrales, señaló la mandataria, asegura la continuidad de sus redes culturales, laborales y sociales, que históricamente han sostenido la vida de la capital.
Brugada anunció además que el próximo año se pondrá en marcha un nuevo eje de política habitacional: un programa de subsidios dirigido a jóvenes, sectores populares y personas pensionadas que enfrentan el incremento constante de rentas. La propuesta busca facilitar el acceso a vivienda sin que la falta de recursos sea una barrera.
Las familias beneficiadas pertenecen a pueblos otomíes, mazahuas, purépechas, wixárikas, chontales, tzotziles y triquis. En San Jerónimo se entregaron 56 departamentos; en Isabel la Católica, 40; en Academia, 16; y en la calle Sol, ocho más. Los precios, que van de 464 mil a 700 mil pesos, fueron presentados como prueba de que la ciudad puede producir vivienda social de calidad sin costos inaccesibles.
Uno de los proyectos más destacados es el de Isabel la Católica, que combina departamentos con una plaza comercial en planta baja, un modelo pensado para que las y los habitantes cuenten con espacios productivos sin ocupar la vía pública. Esta integración busca fortalecer la economía familiar y la cohesión comunitaria.
Funcionarios como Inti Muñoz e integrantes del Instituto de Vivienda recordaron que esta entrega es apenas una parte del esfuerzo: se proyecta iniciar la construcción de 700 viviendas más para comunidades indígenas. Las beneficiarias señalaron que estas acciones frenan el desplazamiento y reconocen su aportación constante a la vida de la ciudad.
