Los últimos datos de la Dirección General de Epidemiología señalan que durante la presente temporada de influenza estacional en México han sido confirmados 548 casos de la enfermedad.
La influenza es una enfermedad respiratoria que puede presentarse de forma grave en personas con padecimientos crónicos. En la mayoría de los casos se logra una recuperación en una o dos semanas, señaló la Secretaría de Salud.
Desde el 29 de septiembre, se han registrado 18 defunciones; Yucatán, Puebla, Chiapas, Quintana Roo y Ciudad de México abarcan el 66.7 por ciento de éstas.
Mientras que las entidades con una mayor proporción de casos confirmados son Tabasco con 14.6 por ciento, Quintana Roo con 13.9 por ciento, Chiapas con 13.8 por ciento, Tamaulipas con 10.8 por ciento y Yucatán con 9.5 por ciento.
En México la temporada de influenza se presenta principalmente en los meses de otoño e invierno; sin embargo, alcanza su pico máximo durante enero y febrero.
El virus puede vivir de dos a tres días en las superficies, tiempo en el que es posible su contagio y las personas con mayor susceptibilidad a presentar complicaciones son las mujeres embarazadas y los enfermos del corazón, así como aquellos con obesidad mórbida, defensas bajas en el cuerpo y con enfermedades neuromusculares graves.
Algunos de sus síntomas incluyen fiebre mayor a 38 grados centígrados, dolor de cabeza, muscular y de articulaciones, mal estado general, debilidad, tos, escurrimiento nasal, ojos irritados y, en ocasiones, diarrea. En la mayoría de las personas estos pueden desaparecer en una semana.
La influenza estacional puede prevenirse a través de la vacunación, principalmente de niños de seis meses a cinco años, adultos mayores, mujeres embarazadas o con antecedentes de enfermedades crónicas; y el lavado de manos con frecuencia.
