Tras la decisión de la Suprema Corte que dejó firme el cobro de más de 33 mil millones de pesos a Grupo Salinas, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo envió un mensaje directo al consorcio: es mejor cumplir con las obligaciones fiscales que financiar campañas digitales. Durante un evento público en el Estado de México, la mandataria afirmó que, en semanas recientes, su gobierno ha sido blanco de una “campaña tremenda” en redes sociales, diseñada —según dijo— para simular un movimiento social en contra de su administración.
Sheinbaum detalló que esa estrategia, presentada en la conferencia presidencial, habría destinado 90 millones de pesos para activar cuentas falsas y difundir mensajes que aparentan descontento ciudadano. Aseguró que el uso de bots busca influir en los sectores jóvenes que consumen información principalmente en plataformas digitales. Sin embargo, sostuvo que esa narrativa no coincide con la percepción en las calles.
Desde su postura, reiteró que su gobierno sostiene principios de legalidad y libertades democráticas, y recordó que nadie puede situarse por encima de la ley. Insistió en que la defensa del Estado de derecho es un eje central de la administración federal y que las instituciones deben garantizar que las obligaciones se cumplan sin excepciones.
En medio de este mensaje, aprovechó para enviar una felicitación pública al expresidente Andrés Manuel López Obrador, subrayando que no existe distancia con su antecesor y que ambos forman parte del mismo proyecto político. Con ello, reforzó la narrativa de continuidad y unidad interna frente a las tensiones generadas por las recientes disputas fiscales.
El contraste entre la ofensiva legal de Grupo Salinas y la postura firme del Ejecutivo dibuja un escenario donde los litigios empresariales y la comunicación digital se entrelazan, revelando cómo la disputa por los impuestos también transita por el terreno de la opinión pública.
