Ante las protestas de los denominados “chalecos amarillos”, autoridades de Francia anunciaron la suspensión del aumento a los combustibles a fin de apaciguar la inconformidad.
El primer ministro francés, Édouard Philippe, destacó que “ningún impuesto merece poner en peligro la unidad de la nación”.
Adelantó además que se suspenderá el endurecimiento de la inspección técnica de vehículos.
“Esta cólera, que viene de lejos y durante mucho tiempo ha estado muda, hoy se expresa con fuerza y de forma colectiva. Habría que estar sordo y ciego para no verla y escucharla”, aseveró.
Detalló que Francia suspenderá durante seis meses la subida de la “tasa carbono”, los precios del diesel y la gasolina y el alza de la fiscalidad al gasóleo de vehículos agrícolas.
“Estas medidas fiscales no se aplicarán antes de ser debatidas por todas las partes implicadas. En ese tiempo queremos identificar y poner en marcha medidas de acompañamiento, justas y eficaces. Si no las encontramos, sacaremos conclusiones”, dijo Philippe.
