Tras una investigación en torno al tiroteo perpetrado por un alumno de aviación saudí en una base naval en Florida el mes pasado, anunció el secretario de Justicia, William Barr, el lunes, Estados Unidos expulsará a 21 estudiantes militares saudíes que participaban en un programa de entrenamiento y los enviará de vuelta a su país.
Informó el secretario Barr, que muchos de los cadetes habían accedido a pornografía infantil y tenían propaganda yihadista u otro tipo de material antiestadunidense.
Cabe destacar que según investigaciones profundas, ninguno está acusado de haber sabido del ataque armado con anticipación; Barr comentó que fue motivado por “una ideología yihadista” y fue clasificado como un acto de terrorismo.
Por otra parte, el Departamento de Justicia ha investigado el incidente como un acto terrorista, cuando un oficial de la Fuerza Aérea Saudí, el teniente segundo Mohammed Alshamrani, de 21 años, quien abrió fuego en la base en Pensacola, Florida, matando a tres marineros estadunidenses e hiriendo a otras ocho personas.
Alshamrani fue anfitrión de una fiesta antes de la matanza, en que los participantes vieron videos de matanzas masivas, de acuerdo a datos de funcionarios.
Según otra fuente oficial a The Associated Press el mes pasado, al parecer, poco antes de la agresión Alshamrani envió mensajes en Twitter criticando el apoyo estadunidense a Israel y acusando a los estadunidenses de ser antimusulmanes.
