Sandrine Graneau, una mujer francesa de 36 años, sufrió un shock tóxico provocado por el uso de una copa menstrual.
Graneau, enfermera de profesión, perdió los pies y 18 falanges de los dedos de las manos.
La mujer no recuerda por cuanto tiempo llevó puesta la copa menstrual, por la noche comenzó a sentir malestar y más tarde se fue intensificando por lo que decidió acudir a urgencias, donde le diagnosticaron cálculos renales.
A la mañana siguiente se le bajo la presión y una ambulancia tuvo que ir por ella para llevarla al hospital y en esta ocasión le diagnosticaron un shock tóxico.
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