Luego de la información que circuló, el presidente Andrés Manuel López Obrador desmintió que elementos del Ejército mexicano hayan “tomado” las instalaciones de la Catedral Metropolitana con motivo del operativo de seguridad para realizar las fiestas patrias del 15 y 16 de septiembre de este año.
El jefe del Ejecutivo federal aseveró que sus adversarios hicieron correr la versión de que habían sido tomadas las instalaciones del templo religioso, ubicado a un costado de Palacio Nacional.
“No es cierto que se haya tomado la catedral por el Ejército (…) esto se difundió, que el Ejército había tomado la Catedral, imagínense eso; pues no es cierto, por favor no crean todo lo que dicen estos personajes que son nuestros adversarios, que tienen todo el derecho de expresarse manifestarse, criticarnos y cuestionarnos, pero por lo general mienten”, detalló el presidente poco antes de concluir la conferencia de este lunes.
El presidente estimó que haber afirmado tal hecho “fue muy fuerte” por parte de aquellos que son partidarios de la mano dura, la hipocresía, el autoritarismo y de engañar al pueblo.
“Están en contra de nosotros, eso no es ningún pecado, tampoco es ilegal, es parte de la democracia, nada más informar que nosotros somos respetuosos de todas las religiones, respetuoso de las libertades, que no somos autoritarios”, apuntó el mandatario a los medios de comunicación.
Por su parte, el arzobispo primado de México, el cardenal Carlos Aguiar Retes puntualizó, por redes sociales, que la catedral no fue tomada por ninguna de las autoridades federales; “sin embargo, faltó comunicación correcta con ellas para implementar los protocolos previos a los actos de las fiestas patrias”.
Por ese motivo, el arzobispo Aguiar hizo públicas sus intenciones de que “exista comunicación constante y cordial con las autoridades para que cada una de la partes pueda desarrollar de la mejor forma las actividades que le correspondan”.
