Ha declarado la AFP a través de una responsable local, que Más de 500 personas, la mayoría niños, murieron en 2019 en el campo sirio de Al Hol, al noroeste del país, donde viven miles de desplazados, sobre todo familiares de yihadistas del grupo Estado Islámico.
Dalal Ismail, responsable de los servicios del Creciente Rojo kurdo en Al Hol, afirmó que la desnutrición y la falta de cuidados médicos para los bebés prematuros fueron las principales causas de mortalidad en el campo, que está bajo control kurdo.
Cabe señalar que el campo alberga actualmente a unas 68 mil personas que viven en condiciones muy difíciles y dependen totalmente de la ayuda humanitaria.
Tras ser evacuados del último bastión yihadista en Siria, una vez que las fuerzas kurdas se hicieron con su control, a este lugar fueron enviados las esposas e hijos de los extranjeros del Estado Islámico.
Ismail refirió a un equipo de la AFP que pudo visitar el campo que El número de muertos en 2019 es de 517, de los cuales 371 son niños.
Muchos niños “fallecieron durante el invierno” debido al frío sumado a la carencia de calefacciones correctas, ha delirado con pesar sobre la situación catastrófica.
En el campo viven una mayoría de sirios e iraquíes. Una parte del lugar, que cuenta con especiales condiciones de seguridad, está reservada a las mujeres extranjeras y a sus hijos, familiares de yihadistas del EI.
Según cifras de las autoridades kurdas, en total, unos 12 mil extranjeros, 4 mil mujeres y 8 mil niños, están instalados en tres campos de desplazados en el noreste de Siria, el más grande de ellos el de Al Hol.
Dijo a la AFP el responsable de la comunicación de Al Hol, Jaber Sayed Mostafa, que La ayuda suministrada por las agencias de la ONU y ONGs internacionales a estos campos “no bastan”.
El responsable señaló “las grandes dificultades desde el punto de vista médico, debido a la falta de tratamientos”.
“Las cajas de comida tampoco bastan. Y hay familias que necesitan una tienda de campaña o deben cambiar la suya” porque está demasiado usada, dijo.
El escenario es deprimente y desolador: una resolución del Consejo de seguridad de la ONU que extendía la ayuda humanitaria transfronteriza concedida a Siria, ha suprimido un cruce que permitía que esta ayuda llegara directamente al territorio kurdo desde Irak.
