El próximo viernes se celebrará el sorteo de la Champions en Nyon y la UEFA anunciará formalmente que los partidos de vuelta de los octavos de final de la Champions no se disputarán en campo neutral, como era el deseo de la organización, sino en los estadios que correspondía antes de desatarse la pandemia del coronavirus.
Así, el Real Madrid tendrá que intentar la remontada (1-2 en el Bernabéu) en Mánchester frente al City, y el Barça recibirá al Nápoles en el Camp Nou tras el 1-1 de San Paolo. La Juve intentará darle la vuelta al 1-0 de Lyon y el Bayern defenderá una cómoda ventaja tras ganar 0-3 al Chelsea en Londres.
La UEFA ha intentado hasta el último minuto que los cuatro partidos de Champions que faltan para cerrar los octavos de final fueran en Portugal, país en el que se disputará el resto de la competición (cuartos, semis y final) a partido único y a puerta cerrada. Pero ha sido imposible.
El City de Pep Guardiola y el Barça han presionado mucho para jugar en sus estadios… y para que el Madrid no lo hiciera en campo neutral. La UEFA ya había designado los estadios de Oporto y Guimaraes para disputar los cuatro partidos que restan de octavos.
La presión del Manchester City ha sido consecuencia de la insistencia de su entrenador, Pep Guardiola, de jugar en el estadio Etihad. Pep ha comprobado la fortaleza del Real Madrid en este tramo final de temporada y no quiere dar ninguna ventaja, aunque el calendario de las ligas europeas será favorable al equipo inglés, que llegará más en ritmo al partido contra el Madrid.
