Aún sin tener el brillo o la eficacia de otras noches, los Lakers cerraron la semana con una buena victoria sobre los Pistons, por 106-99. Esto gracias a una tremenda producción defensiva, que incluyó 20 tapones (a uno del récord de franquicia), con 8 de parte de Anthony Davis, 6 de JaVale McGee y 5 de Dwight Howard. Los Pistons apenas lanzaron un 37% de cancha, aunque se mantuvieron en partido desde la línea de libres (30 de 35).
Anthony Davis fue la figura de la noche, terminando con 24 puntos, 11 rebotes y sus mencionados 8 tapones. Además, hubo un nuevo triple-doble de LeBron James: 21 puntos, 14 rebotes y 11 asistencias. Por el lado de Detroit no alcanzaron los 28 tantos en 29 minutos de Derrick Rose, ni los 12 puntos y 18 rebotes de Andre Drummond, quien apenas lanzó un 2-13 de cancha.
Comienzo ideal para los Lakers, tomando una rápida ventaja de 10-2 y forzando a Dwane Casey a quemar un rápido tiempo muerto. Los locales comenzaron tan precisos, que hasta JaVale McGee se dio el lujo de ¡anotar un triple! (apenas el cuarto de su extensa carrera NBA).
El primer cuarto siguió mostrando a los de Vogel en control, con muy buena defensa y jugadas espectaculares, en manos de Anthony Davis y LeBron James; aunque Detroit se mantuvo a tiro durante buena parte del segundo parcial, eventualmente hubo tres factores que le permitieron a Los Angeles escaparse.
Lejos de sostener el dominio de los de Vogel, el tercer cuarto vio a Detroit volver a meterse de lleno en partido. Al cabo del tercero, los Pistons se imponían por 79-75.
El partido tuvo un nuevo cambio de rumbo en los primeros minutos del último cuarto: parcial de 14-0 de los Lakers, para pasar al frente por 88-79, con una tremenda volcada de Alex Caruso para coronar la racha. Los Pistons, completamente secos.
El partido se mantuvo muy parejo pero llegó a la definición, donde con 5 puntos consecutivos de Anthony Davis, se terminó de inclinar la balanza en favor de los Lakers: trabajado 106-99.
