Esta semana se reportó la muerte de una enfermera llamada Gricelda, la cuál habían diagnosticado neumonía.
El lunes 23, la enfermera de 43 años presentó un cuadro de infección de vías respiratorias, por lo que acudió al Hospital 20 de Noviembre, donde 10 días después perdió la vida.
Integrantes del Sindicato Único de Trabajadores de la Ciudad de México acusaron presuntas irregularidades en la atención de la mujer.
De acuerdo con los compañeros de Griselda, inicialmente en el ISSSTE sólo fue diagnosticada con gripe, y su muerte adjudicada a una neumonía. No obstante, las autoridades más tarde afirmaron que el fallecimiento sí fue por coronavirus.
Hoy, la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa), informó que la enfermera sí estaba contagiada de COVID-19.
“Luego del estudio de caso epidemiológico y toma muestra de detección de covid-19, el resultado fue positivo”, afirmó la Sedesa.
La Secretaría aseguró que, tras el informe del fallecimiento, “se considera posible contagio fuera de la unidad, no atribuible a exposición directa a pacientes sospechosos de covid-19. Su labor no se desarrollaba dentro del servicio de Urgencias ni Terapia Intensiva de adultos, por lo que se descarta contacto con áreas críticas de mayor riesgo de exposición en su unidad de trabajo”.
Gricelda trabajaba en el Hospital General “Dr. Enrique Cabrera Cossío” en la unidad de cuidados intensivos neonatales, donde laboró hasta el 18 de marzo, en ese momento no presentaba síntomas.
