DESERCIÓN ESCOLAR FRENARÁ DESARROLLO ECONÓMICO DE CDMX

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La nueva administración de la Ciudad de México y las 16 alcaldías tiene una enroma responsabilidad, pues si no logran combatir la deserción escolar a nivel secundaria los próximos seis años, “las consecuencias socioeconómicas serán desastrosas”, porque es la última oportunidad de aprovechar la fuerza laboral de la juventud en la capital.

Un análisis del rezago educativo en la Ciudad de México elaborado por el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), advierte que el bono demográfico está a punto de perderse, debido a que 21 por ciento de los jóvenes que residen en la ciudad en edades de 15 a 29 años no ha terminado la secundaria, 20 de cada 100 jóvenes en este rango de edad apenas tienen certificado de primaria.

“Puede convertirse en una tragedia, debido a que por distintas razones y motivaciones es un sector vulnerable que se ha enfrentado a la deserción escolar y no cuenta con los mecanismos de reinserción al sistema educativo o de certificación de educación básica”, indica el análisis.

Sin embargo, esta situación pone en jaque a la capital, puesto que si los jóvenes capitalinos no logran tener su certificado de secundaria, la aportación económica para la ciudad seguirá siendo muy baja.

Esto, no solo afecta en su bolsillo personal, sino que también perjudica a todo el desarrollo económico de la Ciudad de México.

Pese a que apenas el uno por ciento de este sector de jóvenes es analfabeta en la capital y 2.4 por ciento no concluyó la primaria, la preocupación está en los jóvenes de 15 a 29 años de edad que no terminaron la secundaria, puesto que la mayoría no vuelve a retomar sus estudios luego de que los abandona, por lo tanto, las opciones laborales se reducen.

Las cifras revelan que 149 mil 119 jóvenes de 15 a 29 años de edad no terminaron la secundaria, lo que equivale a 21 por ciento de la población en ese rango de edad y entre los hombres el problema se agrava debido a que, de ese universo, 77 mil 961 son varones y 71 mil 158 son mujeres.

“Contar con un certificado de secundaria representa la diferencia entre limpiar vidrios en las esquinas y contar con un empleo en el sector servicios. Contar con un certificado de secundaria representa mejores oportunidades laborales y de vida no solo para quien lo obtiene, sino para su familia”; lo que representa que “difícilmente se alcanzará el potencial productivo asociado con el bono demográfico”, destaca el análisis del INEA.

La capital podría convertirse, dentro de 30 años, en una ciudad de adultos mayores sin educación ni sustento económico por no haber alcanzado el potencial productivo durante la edad laboral.

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