Hoy viernes 3 de abril se cumplen 117 años de nacimiento de Lola Álvarez Bravo. Pero, ¿quién es ella que el famoso buscador Google pone un dibujo de la artista con el cabello recogido, sosteniendo una cámara?
A pesar de que el Covid-19, un tema que ocupa gran parte de nuestra atención, celebramos hoy el talento de artistas tan importantes como Lola Álvarez Bravo, reconocida como la primera fotógrafa mexicana, y también mujer pionera de la fotografía modernista en los años 30.
Su verdadero nombre era Dolores Martínez de Anda, y se fue a vivir a la Ciudad de México a los 3 años de edad. A la muerte de su padre se fue a vivir con un tío, al lado de Manuel Álvarez Bravo, fotógrafo y poeta mexicano, quien sería su esposo y quien le enseño a utilizar por primera vez la cámara.
Lola empezó haciendo fotografía para reportaje y de documental, cuando se fue a vivir a Oaxaca después de casarse. Su lente describía los cambios que vivió el país. “Un testigo de esa época, escribió Octavio Paz, sobre la artista, “con ojo y gran sensibilidad” del pensar y del sufrir del pueblo mexicano. Más tarde, también incursionó en el retrato, fotomural, fotógrama, y fue iniciadora del fotomontaje en México.
Tuvo la oportunidad de participar en una exposición conjunta organizada por María Izquierdo, primera pintora mexicana que expuso sus obras fuera de México. Tuvo contacto con la (LEAR), Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios en 1939. Colaboró con artistas como Diego Rivera, Frida Kahlo, Rufino Tamayo, David Alfaro Siqueiros, Paul Strand y María Izquierdo.
Abarcó muchas temáticas y recibió la influencia de fotógrafos como Edward Weston, Tina Modotti y de su esposo Manuel Álvarez Bravo, del que adoptó su apellido y que mantuvo después de la separación y hasta su muerte ocurrida el año 1993.
Entre sus fotografías más famosas se encuentran retratos de Frida Kahlo, Dr. Atl, Diego Rivera, Francisco Toledo.
Recibió varios reconocimientos, como la presea Mariano Azuela en 1981.
Algunas frases de Lola Martínez Bravo:
“No tengo mayores pretensiones artísticas, pero si algo resulta útil de mi fotografía, será en el sentido de ser una crónica de mi país, de mi tiempo, de mi gente, de cómo ha ido cambiando México”.
“En mis fotos hay cosas de México que ya no se ven más (…) Si tuve la suerte de encontrar y plasmar esas imágenes, pueden servir más adelante como un testimonio de cómo ha ido pasando y transformándose la vida, imágenes que me llegaron muy hondo, como electricidad, y me hicieron apretar la cámara”.
